¿Sabes si eres adicto al porno?

¿Cómo sabes si eres adicto al porno? Responde a la pregunta: «¿Puedes tomarlo o dejarlo?». Si la respuesta es no, si el porno se ha convertido en una parte habitual de tu vida y si planeas tu día en torno a él, ¡tienes un problema!

Un adicto al porno puede decirse a sí mismo: «Todos los hombres están metidos en el porno». Eso no es cierto, todos los hombres no lo son. La adicción a la pornografía afectará todas las áreas de la vida del adicto a la pornografía, pero la mayor devastación es en su relación consigo mismo y en su relación con los demás. 

Un adicto está lleno de auto-odio, culpa, vergüenza y miedo. Un adicto al porno no es una mala persona, sino una persona que sufre. A menudo, el adicto ha sido víctima de abusos sexuales o sufre otras heridas infantiles no curadas. El porno se utiliza como un escape del estrés, el miedo, la soledad, el vacío y el rechazo.

Las relaciones se resienten porque el adicto al porno pasa más tiempo en línea con la adicción al porno que con su familia o amigos. Experimenta «estar en un trance» en el que varias horas pasadas en línea parecen varios minutos. Mientras tanto, los que le quieren y desean pasar tiempo con él se sienten ignorados, enfadados, sin importancia y desatendidos.

En el porno online y el cibersexo no hay amor, honor, dignidad, intimidad ni compromiso. Los adictos al porno también se crean expectativas poco realistas en sus relaciones íntimas personales que les llevan a ser infelices y poco saludables.

La vergüenza, la culpa y el engaño que se derivan de la adicción al porno suelen ser paralizantes. Los resultados de este comportamiento dejan al adicto al porno con sentimientos de arrepentimiento, autocompasión y humillación. Sin ayuda se sentirá deprimido y experimentará falta de entusiasmo y pasión por la vida.

La pornografía es una fantasía, un escape de la realidad. La realidad es la vida y las relaciones son un trabajo duro. Se necesita un esfuerzo continuo para tener una relación íntima y nutritiva con la pareja y la familia. Cuando un adicto a la pornografía se compromete a cambiar y se hace 100% responsable de su vida, aprende a construir relaciones basadas en el compromiso, el cariño y la confianza mutua. A diferencia del sexo en la pornografía, el sexo en las relaciones sanas tiene que ver con el amor.

Deja un comentario