¿Ayudarán los juguetes sexuales a hacer indispensables a los hombres?

La respuesta a esta pregunta está en los papeles biológicos y sociales de machos y hembras y en la forma en que los juguetes sexuales pueden sustituir el papel de los hombres en esas relaciones.

Simplificando mucho el tema, la evolución ha hecho que la mayoría de las especies tengan machos y hembras para la reproducción sexual, lo que ha dado lugar a que se comparta y diversifique el acervo genético. Sin embargo, la existencia de dos «versiones» de una especie también ha permitido el desarrollo de especializaciones/funciones para machos y hembras.

En los mamíferos, la principal diferencia biológica es que el macho aporta el esperma y la hembra los óvulos. Tras la fecundación, la hembra se encarga de cuidar del embrión en el útero (matriz) y de proporcionar leche a la cría tras el nacimiento.

De este modo, el macho sólo aporta el esperma y se amplía el acervo genético. Sin embargo, en general sería demasiado costoso en recursos (en términos evolutivos) que esa fuera la única función de los machos, por lo que han evolucionado las responsabilidades sociales. A menudo, los machos cuidan de su pareja y su descendencia proporcionándoles alimento, protección y un «hogar».

Con los humanos, los cambios en gran parte del mundo significan que muchas de estas funciones sociales pueden ser desempeñadas por las mujeres solas y algunas mujeres argumentan que el mundo estaría mejor sin los hombres. Además, los avances biológicos pueden hacer innecesario el papel biológico del hombre en la fecundación de los óvulos.

La última necesidad que les queda a los hombres podría ser la de proporcionar entretenimiento y satisfacción sexual a las mujeres, ¡pero quizás las mujeres podrían prescindir de los hombres para el sexo!

Cada vez es más frecuente que las mujeres recurran a otras mujeres para mantener relaciones sexuales; las mujeres utilizan con más frecuencia juguetes sexuales como sustitutos del pene y muchas descubren que obtienen una mayor satisfacción sexual de los juguetes sexuales (medida por la fuerza, la frecuencia y la fiabilidad del orgasmo) que del sexo con hombres.

Algunas mujeres interpretan el papel masculino utilizando un arnés con correa y muchos consoladores representan el pene de un hombre. Por otro lado, muchas mujeres prefieren excluir la imagen fálica masculina de sus juegos sexuales y eligen un vibrador o consolador que no sea fálico y que, de hecho, tenga un diseño claramente femenino, como el vibrador Natural Contours Ultime.

Esta simple imagen, aunque quizá asuste a los hombres, es una simplificación excesiva. Muchas mujeres necesitan psicológicamente al hombre como compañero de vida y de sexo (al igual que el hombre necesita a la mujer). Probablemente, para la mayoría de las mujeres siempre será así. Estas mujeres suelen disfrutar también de los juguetes sexuales, utilizándolos tanto solas como con sus parejas para obtener más satisfacción y enriquecer su relación.

Si las mujeres en su conjunto pudieran elegir si los hombres existen o no, estoy seguro de que se inclinarían por mantenerlos. Sin embargo, si surgiera alguna otra razón por la que los hombres se hubieran vuelto indeseables, las mujeres ya han demostrado que podrían prescindir de ellos con bastante facilidad…

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