Un tipo de aventura extramatrimonial gira en torno a la adicción sexual. La pareja involucrada en la aventura, simple y llanamente, tiene dificultades para decir «NO». Puede que quiera hacerlo, pero se siente obligado a decir «sí».
¿La gente no puede decir que no? Bueno, creo que todos tenemos la capacidad, en algún nivel, de decir que no. Sin embargo, no todos han desarrollado esa capacidad o han alcanzado ese nivel para decir firmemente que no y decirlo en serio.
Algunos están «atascados» y parecen carecer de la capacidad de actuar con coherencia en el «no». Por favor, recuerde que todos estamos «agarrados» por algo y nos cuesta soltarlo. Sin embargo, la infidelidad, cuando está conectada a la adicción sexual y a sus múltiples formas, se convierte en un poderoso foco de atención.
Cómo saber si la infidelidad está unida a la adicción sexual:
- El sexo adquiere un papel o valor inflado. El sexo, la conquista sexual, la liberación sexual se convierte en una fuerza poderosa. Actuar según el impulso sexual es una actividad frecuente. Pensar en el sexo también consume una cantidad desmesurada de tiempo. Son frecuentes las múltiples formas de actuar sexualmente (porno, clubes de striptease, múltiples parejas sexuales, etc.).
- Esta actividad está ligada al miedo. La persona vive con miedo: el miedo a ser descubierto, el miedo a las consecuencias, el miedo a ser anormal, el miedo a ser castigado, y el miedo a perder la familia, el cónyuge, el trabajo y el respeto.
- Un ciclo de promesas/fracasos fluye y refluye con la incapacidad de decir no. Después de un episodio de «acting out» la persona suele experimentar culpa/miedo y se promete a sí misma o a los demás: «No lo volveré a hacer». Esto durará… hasta que el «impulso» vuelva a actuar. El cónyuge puede ser consciente o no (pero sentir que algo no está «bien») de la «montaña rusa» y la sucesión de promesas incumplidas.
- Los demás son utilizados o vistos como objetos para la gratificación personal. No se desarrolla una verdadera intimidad.
- La sexualidad se confunde a menudo con otras necesidades o se relaciona con dolores o traumas pasados no resueltos. Un niño que experimenta confusión en torno a la sexualidad o al abuso sexual de una u otra forma, puede arrastrar esa confusión e intentar «resolverla» en un matrimonio o en relaciones extramatrimoniales. (Tuve una amiga que «utilizó» una aventura de una noche con una persona importante para «aclarar» una cuestión concreta). A partir de ese momento se liberó de ese «impulso». Nadie lo supo nunca. ¿Podría haber elegido otro camino? Tal vez.
- Una persona así vive en un mundo distorsionado. Llegan a ver el mundo y las relaciones a través de los ojos de su «adicción». Tienen una gran capacidad para racionalizar su comportamiento, engañan a los demás y pueden llevar una vida «dual».
Consejo: Si sospecha que estas características se ajustan a usted o a un ser querido, busque ayuda antes de que su mundo se desintegre aún más o se desmorone. La vida puede ser diferente. La vida, la sexualidad, una relación verdaderamente íntima ES diferente. Puedes conseguirlo. Estás atascado y necesitas un poco de amor verdadero, atención y orientación para llegar al siguiente nivel.